dimarts, 10 de maig del 2011

vendedor con experiencia

Juan no tenía problemas y era feliz. Un día empezó a sufrir dolores de cabeza, ligeros al principio, pero que fueron aumentando hasta llegar a ser insoportables.

Cuando su trabajo y su vida empezaron a verse afectados por este problema, Juan se decidió a ir al médico.

El especialista lo examinó, realizó radiografías, muestras de sangre, de heces, de orina, y por fin le dijo:

- Tengo una noticia buena y una mala:
  • La buena es que puedo curarle sus dolores de cabeza.
  • La mala es que para hacerlo tendré que castrarlo.
    Usted sufre una rara malformación en la que sus testículos oprimen la base de su columna vertebral, y eso le causa dolores de cabeza. La única manera de remediarlo es extirpar los testículos.

Juan quedó deprimido, pero sus jaquecas empeoraban y desesperado decidió someterse a la operación.

Al salir del hospital, el dolor de cabeza había desaparecido por completo, pero se sentía abatido y desanimado, como si le faltara una parte de si mismo (obviamente)..

-Lo que necesito es un traje nuevo- se dijo

Así que entró en la tienda y pidió un traje.

El vendedor lo observó un momento y dijo:

-Muy bien, talla 44.

-¡Exacto! ¿Cómo lo supo?.

-Es mi trabajo -repuso el vendedor-..

Juan se probó el traje, que le quedaba perfectamente. Mientras se observaba en el espejo, el vendedor le dijo:

-¿Qué le parece una camisa nueva?

Juan respondió:

-Pues, ¿por qué no?

-Veamos, ha de ser un 34 de mangas y dieciséis de cuello.

- ¿Cómo lo supo?

-Es mi trabajo -repitió el vendedor-.

Juan se puso la camisa y mientras se veía en el espejo, el vendedor le dijo:

-¿Unos zapatos nuevos?

-Por supuesto -dijo-.

El vendedor echó un vistazo a los pies de Juan.

-Un 42

-¡Exacto! ¿Cómo lo supo?

- Es mi trabajo -respondió el vendedor-

Mientras Juan admiraba sus zapatos nuevos, el vendedor le preguntó:

-¿Qué le parece si se lleva también unos calzoncillos nuevos?

Juan por un segundo pensó en la operación que acababa de sufrir, y dijo:

-¡Buena idea!

-Debe ser calzoncillo de talla 36 -dijo el vendedor

Juan se rió:

-No, se equivoca. He usado talla 34 desde los dieciocho años.

El vendedor negó con la cabeza:

-No es posible que use la 34; el calzoncillo estaría demasiado apretado, le presionaría los huevos contra la base de la columna y tendría todo el día un tremendo dolor de cabeza......

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada