Una jovencita muy guapa, que siempre había estado muy protegida por sus padres, es invitada a la puesta de largo de su mejor amiga. Ella estaba un poco nerviosa y no sabía cómo tenía que actuar si algún chico quería propasarse.
Su madre le dijo:
- No te preocupes, es muy fácil, cuando un chico se te acerque y quiera algo más, que una agradable conversación o un poco de baile tú le preguntas: ¿qué nombre vamos a ponerle a nuestro bebé?. Eso lo va a asustar y te va a dejar tranquila.
Y con ese plan, se fue a la fiesta.
En la fiesta uno de lo chicos empezó a bailar con ella y, poco a poco, a besarla y acariciarla.
Ella le preguntó:
- ¿Qué nombre vamos a ponerle a nuestro bebé?.
El chico inventó una excusa y desapareció.
Un poco después, la misma escena volvió a suceder; otro chico empezó a besarle el cuello, los hombros… y cuando ella le preguntó por el nombre del bebé, el chico se fue a otro lado.
Más tarde, otro chico la invitó a dar un paseo y, después de unos minutos,empezó a besarla y ella le preguntó:
- ¿Qué nombre vamos a ponerle a nuestro bebé?.
Él seguía besándola y empezó a quitarle la ropa.
- ¿Qué nombre vamos a ponerle a nuestro bebé?, volvió a preguntar ella. Él empezó a hacerle el amor y ella volvió a preguntarle:
- ¿Qué nombre vamos a ponerle a nuestro bebé?!.
Cuando él terminó, se sacó el condón lleno de semen, le hizo un par de nudos y dijo:
- Si logra salir de aquí… le llamaremos David Copperfield!.
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