dijous, 10 de febrer del 2011

Sexo en el asilo

Roberto tiene 95 años y vive en un asilo de ancianos. Todas las noches después de cenar, se recluye en un sector apartado del jardín. Una noche, Lucrecia, de 87 años, se le acerca. Comienzan a charlar y él le dice a ella:

-¿Sabes qué es lo que más añoro de todo?

-¿Qué? - dice Lucrecia

- ¡El SEXO! - dice Roberto con cara de tristeza.

Lucrecia exclama: - ¡Viejo verde, pero si no se te levantaría ni aún que te apuntaran con una pistola a la cabeza!

-Ya lo sé - dijo Roberto, pero me encantaría que una mujer me la sostuviera, aunque sólo fuera un rato.

-Bueno, yo puedo ayudarte- dijo Lucrecia-

Y uniendo el gesto a la palabra ... le baja la cremallera ... le saca suavemente el miembro y se lo mantiene en la palma de la mano.

¡La cara de Roberto era de placer absoluto!

Acuerdan encontrarse secretamente en el jardín cada noche, donde se sentarían a charlar y Lucrecia se lo sostendría un rato.

Una noche, sin embargo, Roberto no apareció en el lugar a la hora convenida. Alarmada, Lucrecia empezó a buscarle por todos lados para asegurarse de que estaba bien.

Terminó por encontrarlo, sentado al borde de la piscina, junto a Toñita, otra compañera de 78 años, quien estaba soteniéndoselo en la mano.

Furiosa, Lucrecia lo increpó:

-¡TRAIDOR HIJO DE @#$%! ¿QUÉ TIENE TOÑITA QUE NO TENGA YO?

Roberto con todo el placer desbordándole de su rostro respondió:

-¡¡¡¡¡PARKINSON!!!!!!!

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