diumenge, 24 d’abril del 2011

112

Tengo un sueño muy ligero y, la otra noche, me desperté al notar que había alguien andando sigilosamente por el jardín de mi casa.

Me levanté silenciosamente y me quedé escuchando los leves ruidos que venían de fuera, hasta ver una silueta pasando por delante de la ventana del baño.

Como mi casa es muy segura, con rejas en las ventanas y puertas de blindadas, no me preocupé demasiado, pero estaba claro que no iba a dejar al ladrón allí, campando a sus anchas.

Llamé a los Mossos d'Esquadra y, hablando en un susurro, les informé de la situación.

Me preguntaron si el ladrón estaba armado o si ya estaba dentro de la casa. Aclaré que no y me dijeron que no había ninguna patrulla cerca para ayudar, pero que iban a mandar a alguien tan pronto como fuera posible.

Un minuto después llamé nuevamente y dije con voz tranquila:

- Hola, hace un momento he llamado porque había alguien en mi jardín, pero ya no es necesario que vengan. He matado al ladrón de un tiro con la escopeta que tengo guardada para estas situaciones. ¡Joder! ¡¡El tiro lo ha destrozado! Está hecho papilla!.

Pasados menos de tres minutos, había en mi calle 5 coches de los Mossos d'Esquadra, un helicóptero, una unidad de rescate, un equipo de TV, una abogada de una ONG pro derechos humanos, que no se perderían esto por nada del mundo, etc...

Los mossos cogieron al ladrón, que estaba mirando todo con cara de asombrado.

En medio del tumulto, un inspector se me acercó y dijo:

- Creí que había dicho que había matado al ladrón.

A lo que yo le respondí:

- Creí que me habían dicho que no había nadie disponible............

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada