Caso 3: Cómo reaccionar ante una situación desfavorable
Un joven de la ciudad se fue al campo y compró un burro a un viejo campesino por 100 €.
El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente el campesino le dijo:
- Lo siento, hijo, pero tengo malas noticias. El burro ha muerto.
- Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.
- No puedo, ya me lo he gastado.
- Vale, da igual, entrégueme el burro.
- ¿Para qué? ¿qué vas a hacer con él?
- Lo voy a rifar.
- ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto?
- Es que, obviamente, no voy a decir a nadie que el burro está muerto.
Un mes después volvieron a encontrarse el viejo vendedor y el joven comprador.
- ¿Qué pasó con el burro? - preguntó el viejo.
- Lo rifé. Vendí 500 papeletas a 2 € y gané 998 €.
- ¡¡¿Y nadie se quejó?!!
- Sólo el ganador, pero a él le devolví sus 2 €.
Conclusión
Toda situación desfavorable puede convertirse en un éxito. Hay que ser original con las soluciones.
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