dilluns, 14 de febrer del 2011

Acampada con los amigotes

Cuatro amigos tenían por costumbre, desde su infancia, irse de acampada el segundo fin de semana de septiembre.

Dos días antes de que el grupo partiera, la esposa de Pepe le dijo que ya eran mayorcitos y que él no iría, de ninguna manera, a la acampada.

Los amigos de Pepe estaban muy tristes y molestos con la noticia, pero no podían hacer nada al respecto.

Dos días más tarde, los tres amigos llegaron al campamento y se llevaron la sorpresa de encontrar a Pepe, con la tienda ya montada, una buena cantidad de leña y la cena casi lista.

-"¡Vaya, vaya, hombre! ¿Cuándo has llegado y cómo lo has hecho para convencer a tu mujer?"

-"Pues mirad, estoy aquí desde ayer. Ayer por la noche estaba sentado en mi sillón favorito y mi mujer se me acercó por la espalda, puso sus manos sobre mis ojos y dijo, "¿Adivina quién soy?".

Al retirar sus manos vi que sólo llevaba un camisoncito nuevo, perfumado y
transparente.

Me cogió de la mano y me llevó a nuestro dormitorio, que estaba iluminado sólo por velas y decorado con pétalos de rosa por todos lados.

En la cama, ella había colocado esposas y cuerdas y me dijo que la esposara y la atara a la cama, así que eso fue lo que hice.

Cuando terminé de atarla, ella me dijo, "¡Haz lo que te dé la gana!"

Y....Aquí estoy!!

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