Esto es un muchacho que llama a la puerta de casa de su novia y le abre la puerta su futuro suegro:
- ¡Hola, Pedro! - dice el padre de la novia
- ¡Hola Sr. García! ¿podría hablar con usted?
- Por supuesto, pasa a la sala y hablamos.
Una vez acomodados en el salón, el joven empieza muy decidido:
- Mire usted, vengo a decirle que a su hija y yo nos queremos y nos gustaría casarnos.
- Pues está muy bien eso de que os caseis, pero cuéntame, muchacho, ¿tienes un salario que te permita mantener a mi hija y a los hijos que tengais?
El joven, con todo el aplomo del mundo, responde:
- Mire, a pesar de mi Doctorado, no gano mucho. Sin embargo, su hija me ha contado lo que ganan su esposa y usted. Por lo cual, confío en tener una pequeña ayuda de su parte para poder pagar los gastos básicos.
Un poco sorprendido por la respuesta, el padre de la novia, hizo otra pregunta:
- Bueno, ¿y pensais comprar un piso o una casa?¿o ireis de alquiler?..
El joven, con mirada inocente, contestó:
- Hemos pensado que, como esta casa es muy grande y pueden vivir perfectamente dos matrimonos, no es necesario comprar o alquilar nada. Creemos que estaría bien vivir aquí con ustedes.
El señor, desconcertado por completo, continua con el interrogatorio:
- Y ¿tienes coche?
El muchacho, sonriendo, responde:
- Pues no tengo coche, ya que he pensado que si usted tiene tres, para qué vamos a comprar otro. Nos dejan el que les sobra y no hace falta comprar ninguno más.
En ese instante entró en el salón la madre de la novia, quien mirando a uno y al otro preguntó cordialmente:
-¿Se puede saber de qué estais hablando?
A lo que el esposo respondió:
- Pues mira, querida, aquí el Señor Árbitro me está contando sus planes para casarse con nuestra hija.
El joven, desconcertado y molesto, preguntó:
- Oiga, ¿por qué me llama Sr. Árbitro?
A lo que el padre de la novia responde:
- Y ¿cómo quieres que te llame si hasta ahora lo único que vas a poner en este matrimonio es el pito?
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